Nuestros edredones

Las fibras de lana ofrecen una excelente transpirabilidad para garantizar un nivel equilibrado de temperatura y humedad en la cama. Gracias a su estructura hueca, el calor no queda atrapado. La humedad se absorbe y se expulsa rápidamente al aire circundante. La lanolina natural hace que la lana se autolimpie. Basta con airear el edredón para que recupere su frescura y volumen. Un edredón de lana clásico le ofrece una protección maravillosa los 365 días del año.

Agradable y cálido en los meses más fríos y termorregulador en verano. Con el pelo de camello esponjoso de alta calidad, podrá disfrutar en todo momento de un clima para dormir perfectamente templado. Los camellos viven en regiones con fuertes oscilaciones térmicas diarias y estacionales. Para soportar estas duras condiciones climáticas, los animales tienen un pelaje que resiste tanto el calor extremo del mediodía como las noches heladas del desierto. La lana de camello es una fibra hueca muy suave, relativamente ligera y reguladora de la temperatura, con una buena capacidad de almacenamiento de humedad. Puede absorber mucha humedad y liberarla rápidamente al aire circundante.

Comparada con la lana de oveja, la de camello ofrece un mayor rendimiento térmico. La regulación de la humedad es similar, aunque al requerirse algo menos de material de relleno para un aislamiento comparable, la absorción de humedad es algo menor.

Lujo confortable y acogedor para todas las estaciones. Un edredón de pelo de yak para todas las estaciones, ligero como una pluma y perfecto para quienes pasan frío con facilidad. Tiene excelentes propiedades termorreguladoras que garantizan un clima muy agradable para dormir. El relleno de lana de yak hace que el edredón sea acogedor y cálido, suave y extremadamente termorregulador. El pelo de yak, extremadamente fino, ofrece el mejor coeficiente de aislamiento entre nuestros rellenos orgánicos.